Aunque ya hemos
ido haciendo referencia anteriormente, es en la capital dónde el problema
político de división de Chipre se vive con más pena, sobretodo a nuestro
parecer. Una ciudad preciosa, rica en características comunes, espectacular en
patrimonio arquitectónico.... con una calle que la corta en dos, con alambradas
y puestos militares, y algunos signos que perviven de desconfianza y/u odios.
Pero, a pesar de
todo, hay un trasiego constante, a todas horas del día, a través del puesto
fronterizo, no solamente de turistas, sino también de ciudadanos de una y otra
parte que no quieren renunciar a la riqueza que supone esa realidad tozuda de
vida compartida.
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Memorial por la Paz al lado del puesto fronterizo |
Nosotros, en los
dos días de nuestra estancia cruzamos varias veces a una y otra parte de la
ciudad; por tanto, en este blog no diferenciaremos, no queremos hacerlo, entre
la zona turca y la griega.
Como previa,
recomendamos la visita al Museo
Arqueológico de Chipre, fuera de las murallas, muy cerca de la Puerta de
Pafos. Es un edificio de estilo neoclásico, pequeño, pero acondicionado con
mucho gusto, y que contiene valiosas piezas que nos permite entender la
realidad de la isla como encrucijada de culturas prehistóricas e históricas de
todo el Mediterráneo, y más.
Nos sorprendió,
por ejemplo, en la sala 4, la multitud de figuritas de cerámica del altar circular de Agia Irini, de época
arcaica. Las esculturas de influencia egipcia y asiria de la sala 5, y, por su
belleza, la estatua en bronce del
emperador Septimio Severo de la sala 6. Hay tambien muchas muestras de
recostrucción de tumbas, destacando las tumbas
reales de Salamina.
¡Tuvimos la
suerte que, en nuestra visita, la exposición temporal del Museo estaba dedicada
a las cerámicas de Pablo Picasso con
algunas correspondencias con la cerámica chipriota!
Como Famagusta,
también Nicosia está rodeada de murallas
venecianas bien conservadas. En este caso, los fosos, a norte y sur, están
ocupados por zonas ajardinadas. La puerta más monumental es la del norte, la Puerta de Kyrenia. Pero hicimos un
primer recorrido por las murallas y vimos, al sur, la Puerta de Pafos y la de
Famagusta.
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Puerta de Pafos |
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Puerta de Famagusta |
Ya dentro, los
dos monumentos más espectaculares a nuestro parecer, son la Mezquita de
Selimiye y el Büyük Kan.
La Mezquita de Selimiye es la antigua
Catedral de Santa Sofía, del siglo XIII-XIV. Como la de Famagusta, a su estilo
gótico francés, sumó dos minaretes con la invasión turca del siglo XVI y se
convirtió en mezquita, y ahora es un edificio imponente con la mezcla de
estilos y culturas. Justo a lado de la Mezquita, está el Bedestán, una encantadora iglesia bizantina del s. XII reformada en
estilo gótico en el XIV.
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Bedestán (San Nicolás) |
El Büyük Kan es un caravasar, la Gran Posada, del
siglo XVI, con un gran patio interior rodeado actualmente por comercios de todo
tipo. También se realizan actos culturales. Tuvimos la mala suerte de llegar en
el momento de su cierre, y no pudimos visitarlo por dentro.
Naturalmente, en
nuestros paseos por Nicosia pudimos ver también otros muchos edificios
interesantes. Al sur, de oeste a este, la
Iglesia maronita, la Kasteliotissa,
el Ayuntamiento, la Mezquita Bayraktar, los restos del Acueducto, el Centro Cultural Melina Mercuri, la preciosa iglesia bizantina de Panagia Chrysaliniotissa, la mansion Archontiko de Axiothea (un una
zona residencial muy elegante). Más hacia el centro, la Mezquita y el Hamam Omeriye y, naturalmente, la pequeña catedral
actual de San Juan Teólogo y el
lujoso Palacio Arzobispal (¿tiene
algo que ver ese lujo del Arzobispo con su visión demasiado
partidista/religiosa que tanta responsabilidad tuvo en la desgraciada partición
de la isla?) y la mansión Hadjegiorgiakis Kornesios. Ya llegando a la zona comercial, Agios Antonios, la iglesia Trypiotis, la Mezquita
Arablar, la iglesia de Agia
Farenomeni, enorme, de menor valor histórico, de finales del s. XIX y Agios Savvas.
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Iglesia maronita |
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Ayuntamiento |
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Restos del acueducto |
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Panagia Chrisialionitissa |
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Mansión Archontiko |
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Mezquita Omeriye |
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Catedral de San Juan Teólogo |
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Palacio Arzobispal |
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Agios Antonios |
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Mansión Hadjegiorgiakis |
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Hamam Omeriye |
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Iglesia Farenomini |
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Agia Trypiotis |
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Agios Savvas |
El centro
comercial y social de Nicosia, al sur, es la calle Ledra, peatonal, con terrazas y bares (y alguna fachada
modernista), al estilo occidental. Es el paso obligado de turistas y locales, que termina el el
puesto fronterizo.
Al norte de la
aduana, nos recibe una encantadora placita rodeada de numerosas tiendas al
estilo oriental. Allí empieza la calle
Arasta que, hacia el este, nos conduce hasta la Mezquita Selemiye. Esta
calle también está llena de restaurantes y terrazas. Hacia el norte, desde la
placita, la calle Girne Caddesi
tambien tiene elegantes edificios modernistas (destaca a la izquierda el
conjunto de los Juzgados Británicos y la
Columna veneciana en la parte más ancha) y nos lleva hasta la Puerta de
Kyrenia. Vale la pena detenerse al oeste de esta calle para ver el barrio de Samanbahçe, un agradable
espacio de casas blancas de principios del siglo XX, con una fuente hexagonal
cubierta en el centro.
En el recorrido
por esta zona encontramos, al oeste, el Büyük
Hamam, unos elegantes baños turcos (con una preciosa entrada con arco y tímpano
románico-gótico); la Mezquita Arab Ahmet, el señorial barrio de
Arabahmet, la Iglesia armenia
con su plácido patio, y la Casa de Dervis Pasá (los antiguos
derviches turcos).
Hacia el este,
más allá de la Mezquita de Selemiye, también hay muchos edificios de interés: el Mercado municipal (nos costó
encontrarlo abierto) de principios del s.XX, en fase de restauración, pero con
el encanto de los mercados antiguos; la Biblioteca del Sultán, la casa
del Alero, el Museo Lapidario,
la casa Lusignan, la Mezquita Yeni y la iglesia de San Lucas.
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Biblioteca |
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Museo Lapidario |
Extramuros, pero
sin demasiado interés artístico, el Parlamento
turcochipriota.
Aun completamos
nuestra visita a Nicosia con una excursión a Kyrenia, en la costa norte de
Chipre, simplemente por el gusto de tomar el baño en las playas de esta partede
la isla.
Kyrenia, o Girne en turco, es una
ciudad importante, turistica, portuaria y universitaria. Fue fácil, saliendo de
Nicosia por la Puerta de Kyrenia, los jardines de la muralla y la avenida
Gazeteci Kemal, llegar a la estación de autobuses, un descampado con muchas
oficinas de venta de billetes a todo el norte.
La ciudad vieja
tiene el encanto de sus calles estrechas, con edificios antiguos (algunos
rehabilitados para fines turísticos como el Mercado cubierto, donde nos tomamos unas cervezas) bajando hacia el
animado puerto, deportivo y de
pescadores, con numerosas terrazas de restaurantes “marineros”. De camino vimos
la Torre Lusignan, circular, pero
nuestra gran frustración fue no poder entrar (¡faltaban 5 minutos para el
cierre y no nos dejaron pasar!) al Castillo
para ver al menos el Barco de Kyrenia
(nuestro principal interés), el barco mercante griego del siglo IV a.C. También
junto a la zona de los buses, es curioso el jardín con el Cementerio Musulmán y la iglesia
anglicana de San Andrés.
Las playas están
lejos de la ciudad, cogimos un autobús hacia el oeste, y caminamos unos cientos
de metros hasta la playa de Kervansaray,
una agradable playita de arena, con duchas y hamacas (de pago), y restaurantes
agradables donde comer.
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