Para nosotros, la
gastronomía, diversa, es una parte importante en nuestros viajes, dentro de
nuestras posibilidades económicas, claro.
En Chipre, la
gastronomía, como todo el país es una mezcla estimulante de sabores griegos y
turcos, a una parte y otra de la “triste” frontera.
En Pafos,
empezamos desayunando “mediterráneamente” en el Hotel Kyrinas, comimos unas
buenas “mezze” marineras, junto al puerto deportivo, en el Kings Restaurant, e
incluso comimos un buen “soulavki” chipriota en el pequeño y familiar Kebab
Delicious.
Desayuno en el Kyrinas |
Mezze marineras en el King Restaurant |
Kebab Delicious |
En las últimas
jornadas del viaje, también en Pafos, tuvimos tiempo de comprar una fruta
autóctona, “pepino kyriakos small”; unos buenos helados italianos en E Cosí; e,
incluso, probar el vino chipriota (el vino más antiguo del mundo) en la terraza
del Boulevard Wine Bar!
En Lárnaka,
visitando la ciudad, tuvimos la suerte de encontrar una casa de comidas
popular, muy cerca de Agios Chrysosotiros donde fueron muy amables con los
“turistas”. Para cenar, también, en el Zorbas, una tienda-restaurante moderno y
juvenil, que nos recomendó el dueño del piso turístico, muy cerca de allí.
Casa de comidas Chry |
En Famagusta,
como ciudad turística, había una oferta gastronómica diversificada. Elegimos en
el Di Café, ensaladas de queso y pinchos mixtos de carne (todo muy parecido a
la ensalada griega y a los soulavkis), regentado por una chica muy amable
ayudada por sus hijos (el mayor a la cocina, el pequeño, ayudando en las
mesas). A muy buen precio. Para la cena, aprovechamos la abundante fruta con
que nos obsequió en el hotel.
En Nicosia nos
dimos el mayor “banquete” gastronómico, el primer día de visita a la ciudad, en
el Krubera, muy cerca de la mezquita Selemiye, un local con arcadas góticas,
bastante elegante. Los mezze que comimos allí a un precio razonable: humus,
saltzitzi, berengenas, aceitunas, yogur, col lombarda, ensalada, verduras
menudas aliñadas, pan, queso frito, patatas, embutido y dos pinchos de carne y
pollo. ¡Alucinante!
Como la Casa
Arsinoe era muy agradable, en la misma calle había un colmado regentado por
eslavos (muy frecuente en la isla) y allí nos aprovisionábamos de frutas,
helados, galletas y yogur para desayunar y cenar.
En la escapada a
la playa, en Girne, ya hemos explicado que encontramos el Kervan, restaurante-terraza
donde comimos un buen kebab con ensalada (¡estábamos en la República Turca del
Norte!).
En Jordania, los
días con Alí fueron un punto y aparte para las comidas. Por sus costumbres, las
de Alí, comíamos muy tarde y eran comidas muy abundantes y variadas... de
hecho, ya sólo cenábamos fruta en su casa. La primera “comilona” fue en un restaurante yemení de la zona
universitaria: un superplato de arroz con cordero y salsas, y un plato especial
con carne deshilachada, una salsita de tomate, cebolla y verduras. La segunda
comida fue en un restaurante bastante elegante con un mostrador de comidas para
llevar. Allí, Alí pidió tres tipos de arroces distintos, con tres tipos de
carne (cordero y pollo), salsas para cada arroz, una ensalada exquisita con pan
frito y carne de shawarma. La
tercera comida fue en un callejón del centro de la ciudad, un sitio de comidas
populares, el Sherezade, con un surtido de platos buenísimos (sobretodo una especie de pastel
de carne picada tapado) con nombres difíciles de recordar.
Restaurante yemení |
Segunda comida en Ammán |
Restaurante Sherezade |
A parte de las
comidas, el día de llegada, esperando a Alí en una cafetería de nombre View,
tomamos unos inolvidables pancakes con capuchinos. También comimos "nafe", un postre
dulce popular de pistacho con helado en una heladería del centro. Probamos el
zumo de caña de azúcar en un puesto callejero. Y compramos frutas, higos
chumbos, higos y “jínjols/azufaifas” en una frutería.
Dulces de pistacho con helado |
Zumo de caña de azúcar |
Ya en Wadi Musa y
Wadi Rum, nuestras comidas fueron más “frugales”: las dos comidas en el self
service del Restaurante Nabateo, dentro de Petra; la cena que contratamos en la
casa Alhamaddín; una buena ensalada griega y también “shawarma” en la Mystic
Pizzeria (en la carretera de la la entra al yacimiento de Petra), y, lo más
“típico”, la cena en Wadi Rum, “zarb”,
una comida beduina donde las verduras y la carne (sobre todo pollo) guisado en
un agujero cavado en la arena del desierto.
Restaurante Nabateo en Petra |
Cena en la casa Alhameddín |
Mystic Pizza |
Hemos dejado para
el final las comidas con Alí nuestro último día de estancia en Jordania. Como
teníamos que hacer el viaje al Mar Muerto, antes de salir de Ammán, nos
proveímos de agua y de un buen surtido de pastelitos en la panadería Paradise,
un auténtico supermercado sólo de productos de pastelería y panadería, “¡excesivo”!. En el balneario de Ammán Beach habíamos
contratada la comida, self service, incluída. (Vimos que autobuses de turistas
también hacían allí su parada sólo para comer). Y, como despedida, una cena con
hamburguesas “jordanas”, superhamburguesas, en un restaurante popular con un
ambiente mayoritario de grupos de mujeres con sus hijos, sin maridos, o grupos
de jóvenes muy occidentalizados.
Comida en Ammán Beach |
Hemos hecho
alguna referencia a las bebidas, pero hay resaltar que en Jordania, como país
árabe, el té es omnipresente; pero
no tuvimos problema para tomar cerveza
durante las comidas. Y alguna sorpresa como el refresco de Mirinda (!) ya
desparecida en nuestro país. ¡Y también disfrutamos de una buena shisha en el desierto!
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