martes, 20 de marzo de 2018

INICIAMOS EL VIAJE: Teherán, la "megacapital"

(26 de octubre)
Trayecto del viaje València - Teherán
Salimos de València a mediodía y tras una escala en Estambul, llegamos a Teherán pasadas las doce de la noche. Tras atravesar la aduana y recoger el equipaje nos espera el chófer que nos va a llevar al hotel y que será nuestro bautismo circulando por Irán. Vamos a toda velocidad, la autovía está casi desierta y, a pesar de ello, tardamos cerca de una hora en llegar. Nos acostamos más allá de las tres de la madrugada. Estamos cansados y al día siguiente no debemos levantarnos muy tarde para aprovechar bien la jornada.


(27 de octubre)
Situación de Teheran en Irán
Nos hospedamos en el Hotel Pamchal (cerca de la antigua embajada de los EEUU). Habitación amplia, triple, con nevera, cocina, WIFI, la ducha un poco destartalada. 

Vestíbulo del Hotel Pamchal







Said, el propietario de la agencia Zafiro, nos ha hecho de guía la primera mañana en Teherán. Ha sido más que un guía amable, estableciendo una confianza personal que ha sido la mejor bienvenida por el viaje. Visitamos juntos, por la mañana, el Palacio de Golestán, con el primer salón de los espejos que vemos, nos sorprende por la mezcla de lujo y serenidad que nos transmite. También nos lleva a comer al Restaurante Abu Moslem, un lugar popular a la entrada del Bazar, repleto de gente, que es una delicia de sensaciones, por las comidas y la forma de pedir en la barra, y el ambiente tan vivo que se respira. Pinchos de ternera, de pollo, pan, arroz y probamos el mast, el yogur de postre, que resulta un muy buen digestivo. Tomamos un té y una pipa de agua en Galobandak, una tetería cercana. 

Con Said, en el salón de los espejos del Palacio de Golestán


Palacio de Golestán
En el concurrido restaurante Abu Moslem

Antes de despedirse, Said nos pide un coche de Snapp para llegar a la Torre Milad, uno de los símbolos modernos de Teherán. Pedimos ayuda a un grupo de estudiantes para sacar las entradas (puesto que hay una máquina en farsi que sólo admite pago con tarjeta y las occidentales no funcionan) y acaban haciéndose selfies con nosotros y de conversación. Uno de los primeros momentos en que constatamos la amabilidad de la población con los turistas. El día no está demasiado claro (la contaminación y también la hora que es) pero tenemos espléndidas vistas desde la Torre de la ciudad atardeciendo. Teherán es una ciudad inmensa (12 millones por la noche, 15 millones de día) y diversa. La Torre es un complejo de ocio moderno y “europeo”.

Torre Milad

Con el grupo de estudiantes que nos ayudó con las entradas a la Torre Milad






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