jueves, 1 de octubre de 2020

3. Famagusta: la joya artística y monumental de Chipre.



Para llegar hasta Famagusta tuvimos que hacer un rodeo y pasar por Nicosia, la capital. El paso fronterizo más cercano desde Lárnaka sólo es apto para autobuses de excursiones organizadas. Para los turistas individuales la opción es llegar a Nicosia, atravesar sin ningún problema la aduana que hay en el centro de la ciudad y tomar un autobús a Famagusta, ya en el norte turco-chipriota.
Famagusta (Gazimagusa o simplemente Magusa en turco) es la gran ciudad histórica de la isla. Era la colonia griega de Arsinoe que fue creciendo gracias a su puerto natural, y gracias a los sucesivos dominios de genoveses, venecianos, turcos y británicos, llegó a convertirse en la actual ciudad, con un importante y diversificado centro histórico dentro del baluarte de sus murallas. Por todo ello, podemos decir que Famagusta es el verdadero centro turístico-cultural de toda la isla.

Nosotros la recorrimos de sur a norte, desde la Puerta de Tierra, en el Bastión Ravettina, junto al monumento (terriblemente trágico) del Monumento a la Victoria, “victoria” amarga de los turcos sobre los greco-chipriotas en la partición moderna de la isla..... Las murallas venecianas con sus puertas y baluartes correspondientes se conservan perfectamente y nosotros, además de ésta primera, visitamos la Puerta de Mar (junto a la que se conserva una escultura de león erosionado que según la leyenda da suerte si acercas tu mano a la boca. También los jardines de la Ciudadela Medieval donde según  la tradición se desarrolla el drama shakesperiano de Otelo. Finalmente salimos por la puerta que abrieron al norte los ingleses, para favorecer la circulación, al final de la calle Cengiz Topel.


 
Puerta de Tierra




Castillo veneciano de Otelo


 
Puerta norte de los ingleses


Ya dentro de la ciudad amurallada, son muchísimos los monumentos que jalonan un paseo agradable por la historia de la ciudad. A nuestro entender, destacan dos de ellos, los restos del Palacio Veneciano y la Mezquita del Pachá Lala Mustafá.
Del Palacio Veneciano del siglo XVI solamente quedan algunos restos que nos hablan de su monumentalidad: la Puerta, espléndida, que recuerda los arcos de triunfo romanos y en las que hay columnas rescatadas de Salamina; y algunas grandes estancias que vimos que se aprovechaban como aparcamiento, por ejemplo.


La Mezquita del Pachá Lala Mustafá es la antigua Catedral de San Nicolás, de estilo gótico francés, convertida en mezquita con la invasión turca del siglo XVI. Su interior, blanqueado, con las capillas cristianas eliminadas, con su suelo alfombrado para el culto musulmán, sobrecoge por su anchura y altura, diáfana. En todo caso, impresiona, sobre todo en el exterior, la mezcla armónica de culturas y estilos: fachada, minarete, arbotanes, ojivas,... dejando a valoraciones personales y subjetivas su significación política o religiosa.



No obstante, el paseo tranquilo por Famagusta, nos depara sorpresas continuas por la cantidad de monumentos públicos y religiosos que aportan, en su variedad, las piezas del mosaico que ha construido la historia: la Mezquita Sinan Pachá-iglesia gótica de Santos Pedro y Pablo (convertida en su interior en sala de exposiciones pictóricas); la prisión (junto a la puerta del Palacio Veneciano); el Kertikli Hamam; la Casa Veneciana renacentista (con un restaurante en su patio); la Iglesia Armenia; las Capillas anejas de los Templarios; Santa María del Carmelo; Santa Ana de los Latinos; San Jorge el Exilado; la Casa señorial de la Chimenea,...

Mezquita Sinán Pachá

Mezquita de Curtidores

Hamam Kertikli

Capillas gemelas de los Templarios

San Jorge el Exilado

Santa Ana de los Latinos

Un triste apunte. Desde las murallas de la Puerta de Mar, pudimos observar desde lejos, el abandonado barrio de Varosha. Varosha era el barrio marítimo de moda al sur de Famagusta hasta que, con la partición de la isla en 1975, quedó en la tierra de nadie de la frontera entre el Chipre turco y el griego. Su fantasmagórica visión en el horizonte es, a nuestro entender, la imagen de un fracaso colectivo de convivencia. Varosha, a imagen de nuestro Benidorm, era el ejemplo del desarrollo turístico de Chipre y ahora sólo quedan los esqueletos ruinosos de los hoteles como recuerdo.

Y nos hemos dejado para el final, la primera visita que hicimos al llegar a Famagusta: Salamina.
A 5 km al norte de Famagusta se encuentran las ruinas de una importante ciudad cuya fundación se remonta al siglo XI a.C. pero que alcanzó su explendor hacia el siglo IV a. C. y continuó su prosperidad durante los gobiernos de los emperadores romanos Trajano y Adriano. Las ruinas, extensísimas y excavadas en una mínima parte, se extienden al lado de las playas de arenas. Se entra por la Palestra/Gimnasio (destacan ahí las esculturas y son curiosas las 44 letrinas); se sigue por las Termas Romanas; el espectacular Teatro; el Odeón y un pequeño Estadio; el Foro Romano, con los restos de un templo dedicado a Zeus; restos de vías romanas empedradas; la Basílica de Kambanopetra; los restos de un molino de aceite,...la visita se interrumpe por las vallas y la falta de excavacions visitables.

Palestra
Palestra

Letrinas

Estadio

Teatro

Calle empedrada

Molino de aceite

Y, ya de vuelta al hotel, aún convencimos al taxista contratado (como ya hemos comentado en otros lugares de Chipre, no hay autobuses regulares que conecten Famagusta con Salamina) para hacer un rodeo y echar un vistazo a las ruinas de Erkomi, la ciudad antigua de Alasia, entre los siglos XVII y XI a.C., que sólo pudimos ver desde el vallado exterior.