jueves, 22 de marzo de 2018

NUESTRO PRIMER VIAJE A IRÁN (oct-nov 2017)

Irán es un país prácticamente desconocido para los occidentales. Las escasas noticias que  nos llegan a través de los medios suelen ser my negativas, relacionadas con integrismo, falta de libertades y represión. Incluso los que hemos viajado por países similares podemos llegar a sucumbir a ciertos prejuicios antes de haber estado allí.
A ello hay que unir la reacción de amigos y familia cuando comentamos nuestra intención de visitar aquellas tierras; por lo general se muestran abiertamente preocupados y nos recomiendan buscar destinos alternativos.
Ya de vuelta a casa sentimos la necesidad de aportar nuestro granito de arena y relatar nuestra experiencia para contribuir a normalizar la visión que se tiene aquí de un país no tan ajeno a nuestra forma de vida y cuyos habitantes son, ante todo, personas. Personas como nosotros, que trabajan, que ríen, que sufren, que aman, y sobre todo, personas de una gran calidad humana que nos regalaron algunos de los momentos más gratificantes que un viajero pueda vivir en un país que no es el suyo. 
El título de esta entrada lo dice todo, nuestro primer viaje a Irán. Nos ha gustado tanto el país y, sobre todo, sus gentes, que esperamos sinceramente volver algún día y poder compartir de nuevo unas horas inolvidables con las estupendas personas que hemos conocido allí.

Cuando decidimos viajar a Irán empezamos buscando viajes organizados. Enseguida nos dimos cuenta de que los precios eran desorbitados. ¿Cómo era posible que los costes de estancia en un país como aquel fueran más caros que en uno de la Comunidad Europea?
La mayoría de este tipo de viajes a destinos como el país que nos ocupa están pensados para la comodidad de los viajeros, lo cual supone hoteles de categorías elevadas con las comidas pactadas de antemano en locales para extranjeros (y los precios también, por supuesto) horarios razonables para el turista y, sobre todo, ir constantemente de la mano de un guía en transporte privado, lo cual dificulta mucho relacionarse con la población autóctona.

Inmediatamente desechamos la idea. Había que ir a Irán por nuestra cuenta. Empezamos a buscar y recabar información a través de blogs de viajeros y vimos que no solo era totalmente factible, sino que era muy recomendable, tanto por los gastos, muy inferiores a los viajes organizados, como por la experiencia vital.

Hay mucha, muchísima, información para organizar el viaje consultando dichos blogs a los que agradecemos infinitamente la ayuda que nos han brindado. El único inconveniente es que no siempre los datos están actualizados, especialmente en cuanto a horarios y precios de la vida diaria, alojamiento, transporte... muchos de ellos ya tienen unos años (y los datos ofrecidos también) unos hacen hincapié en hoteles, otros en seguridad, alimentación, costumbres, etc... es decir, que hay más o menos completos y más o menos actualizados.
En la mayoría de los sitios consultados el presupuesto aparece, o bien de manera global (sin detallar), o dividido en apartados (por ejemplo, transporte, alojamiento) con mayor o menor detalle, y en algunos detallan bastante, pero a nuestro parecer, pocos aportan una relación completa de absolutamente todos los gastos del día a día en un viaje como este.

Al final tuvimos que pasar muchas horas contrastando los datos que nos permitieran acercarnos a un presupuesto suficientemente ajustado y por eso pensamos que era una buena idea facilitar esos datos centralizados en un sitio a viajeros que fueran allí después de nosotros a través de este blog.

Para poder llevar a cabo dicha labor, emprendimos el viaje disponiendo de una serie de tablas excel para tomar apuntes constantemente de TODOS Y CADA UNO de los gastos (desde un billete de bus o una recarga de datos para el móvil, hasta una taza de té o un buen restaurante) y horarios de los lugares que visitamos a lo largo de nuestros 22 días en Irán. Ese ha sido otro de los motivos para invertir nuestro tiempo en crear este sitio y por ello pasaremos más sucintamente por otros asuntos también importantes pero que ya están maravillosamente explicados en blogs existentes; temas como la obtención del visado, la historia del país, costumbres locales, etc.
Además, nuestro objetivo no era crear un sitio donde analizáramos Irán de la A a la Z, sino ceñirnos exclusivamente al viaje realizado. Todos los datos prácticos que aportamos están basados en nuestra experiencia real y por eso no profundizamos en la información general que, por descontado, os resultará fácil conseguir a través de la red.

Naturalmente somos conscientes de que nuestros datos también quedarán desfasados, pero dentro de un tiempo, cotejando otros blogs más actualizados, futuros viajeros podrán aplicar un porcentaje para aproximar los precios nuestros de finales de 2017 a la realidad.

Por todo ello decidimos poner manos a la obra y esperamos sinceramente que os resulte útil y, por consiguiente, que nuestro esfuerzo haya merecido la pena.


LOS OBJETIVOS DE NUESTRO VIAJE: DECIDIR EL ITINERARIO

ANTES DE VIAJAR A IRÁN:
VISADO
MEJOR ÉPOCA DEL AÑO PARA VIAJAR
DIFERENCIA HORARIA
VESTIMENTA
IDIOMA

COUCHSURFING
SIEMPRE DINERO EN EFECTIVO
CAMBIO DE DIVISAS
SEGURIDAD
PROHIBICIONES
SALUD
SALUDOS Y BUENOS MODALES
CONSEJOS PARA EL EQUIPAJE:
    PARA EL SOL
    PARA EL DINERO
    ASEO PERSONAL
    PARA EL WC
    PARA LA DUCHA
    ELECTRÓNICA, ACCESORIOS Y GADGETS 
    BOTIQUÍN Y MEDICAMENTOS
    PARA EL DESCANSO


APLICACIONES IMPRESCINDIBLES A INSTALAR EN EL MÓVIL ANTES DE EMPRENDER VIAJE:
VPN
TELEGRAM
COUCHSURFING
MAPS.ME
SNAPP

GUÍAS DE VIAJE Y CONFERENCIAS

WEBS Y BLOGS RECOMENDADOS




TRANSPORTES, MOVERSE POR IRÁN:
CRUZAR LA CALLE
TRASLADO VALÈNCIA - TEHERÁN
AUTOBÚS
TREN
AVIÓN
TAXI
COCHE SNAPP
COCHE DE ALQUILER / PRIVADO
METRO
 


ALOJAMIENTO EN IRÁN:
HOTELES
COUCHSURFING

MÓVIL Y TARJETA SIM

COMER Y BEBER

¿ES GRATIS? ¡NO PUEDE SER!... EL COMPLICADO ARTE DEL TAAROF

EL PUEBLO IRANÍ Y LA SOLUCIÓN A PROBLEMAS QUE PUEDAN SURGIR DURANTE EL VIAJE










miércoles, 21 de marzo de 2018

¡NOS VAMOS A IRÁN!

Entre el 26 de octubre y el 18 de noviembre de 2017, hicimos nuestro deseado viaje a Irán. En este blog queremos compartir nuestra experiencia porque quedamos "enamorados" de este país tan desconocido para nosotros... sobre todo de sus gentes, de las maravillosas personas que encontramos. Son amigos y amigas que siempre llevaremos en nuestro corazón.
Para las personas que, leyéndolo, os interese y queráis hacernos algún comentario o pregunta, os intentaremos responder cualquier duda que os ayude en vuestro objetivo de visitarlo

La puerta de todas las Naciones en Persépolis



¿A Irán? ¿Lo habéis pensado bien?

¿No hay otro país donde ir?


Nos interesa por su patrimonio artístico: Mesopotamia, Persia y sus imperios aqueménida y sasánida... Ya sabemos que Estados Unidos los considera un país del eje del mal, pero...
Empezamos a leer blogs de viajeros y todos niegan cualquier aspecto negativo del país, de sus gentes. Al contrario, todos resaltan la seguridad y la acogida: El Rincón de Sele fue el primero, pero hay muchos más. Después descubrimos en youtube las conferencias de Eva Tobalina, de la Universidad Internacional de la Rioja, que nos muestra una historia y un patrimonio impresionante. Miramos viajes organizados de varias agencias y son muy caros, y no cubren nuestras expectativas de visitar el noroeste del país: Elam, Susa y los zigurats
Averiguando la cuestión del visado, tenemos la "suerte" de encontramos las agencias de viajes donde teníamos previsto consultar cerradas aquel sábado por la mañana en València y encontrar abierto Viajes Zafiro, del barrio Ruzafa, donde nos atiende con toda la amabilidad del mundo Said Keyhani, que resultó ser iraní ¡¡¡no nos lo podíamos creer!!!. Él se encargará del visado, del seguro necesario y de los vuelos con Turkish Airlines (que recomiendan todos los bloggers) y nos ofrece una propuesta sobre el itinerario que nosotros queramos. 
Consultamos la página de Couchsurfing. Nos convence. Puede abaratar el viaje y nos apetece el contacto con los habitantes del país. Nada más colgar nuestro itinerario, empezamos a tener ofertas de todo tipo: de alojamiento, de ayuda para los transportes, de compañía para guiarnos en las ciudades... (¡Al final del viaje, recontaremos 127 contactos!) . 
Tenemos complicaciones familiares y se nos acorta el tiempo para preparar el viaje. 
Said, a pesar de su interés, tiene problemas con los colaboradores en Irán y, finalmente, su propuesta no se ajusta a lo que nosotros deseamos. Pero nos resuelve el inicio: el traslado desde el aeropuerto, la primera noche de hotel en Teherán, la tarjeta SIM,....e incluso, recibirnos él mismo en Teherán (¡tenía previsto un viaje por las mismas fechas!) y hacernos el primer cambio de moneda (llegamos el viernes y sabemos que estarán muchos servicios cerrados por ser el festivo musulmán) . 
Compramos las dos guías que tenemos al alcance: la Lonely Planet, en inglés, y la de Editorial Laertes, de Toni Vives, que nos interesa por su visión como licenciado de Historia del Arte. También hemos hecho otras lecturas, que recomendamos: "Persépolis", de Marjane Trapani, y "Negro sobre negro" de Ana Maria Briones.

Portada de "Persépolis", magnífico cómic






martes, 20 de marzo de 2018

INICIAMOS EL VIAJE: Teherán, la "megacapital"

(26 de octubre)
Trayecto del viaje València - Teherán
Salimos de València a mediodía y tras una escala en Estambul, llegamos a Teherán pasadas las doce de la noche. Tras atravesar la aduana y recoger el equipaje nos espera el chófer que nos va a llevar al hotel y que será nuestro bautismo circulando por Irán. Vamos a toda velocidad, la autovía está casi desierta y, a pesar de ello, tardamos cerca de una hora en llegar. Nos acostamos más allá de las tres de la madrugada. Estamos cansados y al día siguiente no debemos levantarnos muy tarde para aprovechar bien la jornada.


(27 de octubre)
Situación de Teheran en Irán
Nos hospedamos en el Hotel Pamchal (cerca de la antigua embajada de los EEUU). Habitación amplia, triple, con nevera, cocina, WIFI, la ducha un poco destartalada. 

Vestíbulo del Hotel Pamchal







Said, el propietario de la agencia Zafiro, nos ha hecho de guía la primera mañana en Teherán. Ha sido más que un guía amable, estableciendo una confianza personal que ha sido la mejor bienvenida por el viaje. Visitamos juntos, por la mañana, el Palacio de Golestán, con el primer salón de los espejos que vemos, nos sorprende por la mezcla de lujo y serenidad que nos transmite. También nos lleva a comer al Restaurante Abu Moslem, un lugar popular a la entrada del Bazar, repleto de gente, que es una delicia de sensaciones, por las comidas y la forma de pedir en la barra, y el ambiente tan vivo que se respira. Pinchos de ternera, de pollo, pan, arroz y probamos el mast, el yogur de postre, que resulta un muy buen digestivo. Tomamos un té y una pipa de agua en Galobandak, una tetería cercana. 

Con Said, en el salón de los espejos del Palacio de Golestán


Palacio de Golestán
En el concurrido restaurante Abu Moslem

Antes de despedirse, Said nos pide un coche de Snapp para llegar a la Torre Milad, uno de los símbolos modernos de Teherán. Pedimos ayuda a un grupo de estudiantes para sacar las entradas (puesto que hay una máquina en farsi que sólo admite pago con tarjeta y las occidentales no funcionan) y acaban haciéndose selfies con nosotros y de conversación. Uno de los primeros momentos en que constatamos la amabilidad de la población con los turistas. El día no está demasiado claro (la contaminación y también la hora que es) pero tenemos espléndidas vistas desde la Torre de la ciudad atardeciendo. Teherán es una ciudad inmensa (12 millones por la noche, 15 millones de día) y diversa. La Torre es un complejo de ocio moderno y “europeo”.

Torre Milad

Con el grupo de estudiantes que nos ayudó con las entradas a la Torre Milad






lunes, 19 de marzo de 2018

Zanján, la visión iluminada en la noche

 (28 de octubre) 
Trayecto Teherán - Zanján en autobús VIP

Vaheed es nuestro primer anfitrión de Couchsurfing. Un joven en la treintena, moderno, profesor de inglés. Vive en Zanján con su madre y se nos ha ofrecido para acompañarnos el día completo, no para alojarnos. Es muy amable. Nos busca alojamiento en un hotel para iraníes, muy básico, muy barato. Con duchas y baño comunes y dos camastros, una mesita redonda y dos sillas como todo mobiliario. Estamos en pleno centro, muy cerca del Bazar.

Con Vaheed, nuestro primer couch, en Soltaniyeh
Trayecto Zanján - Soltaniyeh (en rojo) en el coche de Vaheed

Antes, Vaheed nos ha venido a recoger con su coche a la estación de autobuses y, después de unos deliciosos helados, hemos ido directo a Soltaniyeh, a 37 km, que nos sorprende por la gran mole del edificio con la más antigua doble cúpula de Irán, al que no hacen justicia las fotos. 
Después nos lleva a comer a un restaurante popular: pincho, pan y arroz, sentados en la alfombra, a la manera iraní. Para beber, probamos el dugh, el yogur líquido que es tan popular aquí. Paseamos por el Bazar (el más largo de Irán, nos dice Vaheed) y visitamos parte de los antiguos lavaderos, recuperados como tiendas de artesanía. Descansamos en una tetería, con los amigos de Vaheed, muy simpáticos, y que, entre todos, nos consiguen por un precio asequible el taxi para mañana, una de las etapas, a priori, más complicada de coordinar puesto que, aunque nuestro destino sea la ciudad de Hamadán (al sur de Zanján) queremos aprovechar el día y dar un rodeo en dirección oeste para visitar Tahkt-e Soleyman, donde no llega ningún transporte regular, asi que ir en taxi privado es la única solución. Acabamos el día subiendo con el coche de Vaheed a la montaña para ver el paisaje nocturno sobre la ciudad de Zanján, todo el valle iluminado.

Antiguos lavaderos, centro artesanal además de museo
En la tetería, con Vaheed y sus amigos
Con el propietario de la tetería, uno de los amigos de Vaheed
Zanján nocturna desde las montañas de alrededor






domingo, 18 de marzo de 2018

Zanján - Takht-e Soleyman - Hamadán, una etapa "complicada"

(29 de octubre)
Trayecto Zanján - Hamadán en taxi privado

Detalle del trayecto con las paradas efectuadas

Vaheed viene a traernos el desayuno al hotel: un pan especial llamado barbarie y nata, y recarga datos en nuestra SIM en un cajero automático. Ahora él tiene que ir a trabajar y nosotros iniciar la etapa que parecía "complicada" por la falta de transporte público directo pero que nuestro couch, felizmente, nos ha resuelto. Nuestra despedida es una mezcla de felicidad y tristeza, ha sido el primer contacto auténtico con la gente del país aunque breve y tenemos que decir adiós a una persona que nos hubiera gustado conocer mejor.

Vaheed ayudándonos con nuestros problemas con la SIM
Preparando el desayuno

Meisem, nuestro taxista de hoy, también es amable, eficaz y paciente. Como no habla inglés, podemos comunicarnos poco con él, pero está pendiente de nosotros, habla por el móvil cuando necesita aclarar algo y nos pasa a su interlocutor, que sí habla inglés, para comprobar que todo va bien. Nos encuentra lugar para comer en Bijar, población a mitad de camino donde tomamos un delicioso kebab kurdo, y no se marcha hasta que no encontramos en Hamadán un hotel que nos guste ya entrada la tarde.

En el restaurante kurdo de Bijar con los empleados

Con Meisem, nuestro taxista antes de despedirnos en Hamadán

La ruta de hoy es cara (no tanto por nosotros), larga, a través de las montañas áridas de los Zagros (algunas manchas de árboles con colores otoñales), pero nos sirve para llegar a Hamadán en un día dando un gran rodeo para realizar una visita a la cual no queremos renunciar: Takht-e Soleyman. Es un nido de águilas con un maravilloso lago de agua dulce en medio. Impresionante. Ruinas aqueménidas, sasánidas y mogoles. El fuerte viento que sopla, levanta olas en el lago y es una delicia.

El lago y las estructuras de Takht-e Soleyman

Las murallas de Takht-e Soleyman

El Hotel Safir de Hamadán es bastante lujoso, pero sin WIFI y alejado del centro. Lo acaban de inaugurar hace poco y, al entrar nosotros a la habitación, ponen la bandera de España en la recepción: acogedores y amables.

La bandera de España que colocaron al ver nuestro pasaporte






sábado, 17 de marzo de 2018

Hamadán - Kermanshah, de una de las ciudades más antiguas a los maravillosos bajorrelieves

(30 de octubre)

Kiyomars es un joven trabajador del Hotel Safir en Hamadán. Con la excusa de pedirnos una moneda española para su colección, se hace selfies con nosotros y nos lleva en taxi compartido a su Bar, el Art Café, donde tomamos unos cafés y conversamos, con él y con el copropietario. Es armenio y nos cuenta que ha sido arrestado por su perfil en couchsurfing. Su café, decorado con pinturas italianas, podría ser un café de cualquier ciudad europea. 

Kiyomars en el Art Café

Desde allí visitamos la ciudad, ya solos, con un espectacular trazado radial según proyecto de 1929 del arquitecto alemán Karl Fritsch. El Memorial de Avicena por fuera (que tiene aspecto de cohete espacial); Las ruinas de Ecbatana, capital del imperio medo y una de las ciudades más antiguas que tiene sus orígenes 2.000 años antes de Cristo.

Memorial de Avicena

Ruinas de Ecbatana

Reza, joven guía local, es el couch con quien habíamos contactado en Hamadán. Es amable y nos acompaña el resto del día. Con él visitamos la sinagoga donde está la Tumba de Esther y Mordecai, cuyo gerente os preguntará si podéis regalale un bolígrafo para su colección privada, pero lamentablemente el que llevamos nosotros es iraní y no le interesa, comemos en un restaurante alejado de las rutas turísticas (un plato local a base de carne picada horneada y pan acabado de hacer) y nos acompaña al Hotel  por las maletas, y a una parada de autobuses a las afueras (que nosotros habríamos tardado en encontrar) para salir hacia Kermanshah. 

Con Reza, nuestro couch guía de Hamadán

Tumba de Esther y Mordecai

Ya en Kermanshah, Amir es un joven estudiante de ingeniería que será uno de los mejores amigos que conoceremos en este viaje. Simpático hasta el extremo, atento, estudioso de lenguas europeas, ansioso por salir de su país... Viene a esperarnos a la estación de autobuses ¡con su madre! (¡en el contacto de couchsurfing había dicho que no alojaba porque su madre no quería alojar extranjeros!). Nos busca alojamiento y, tras varios intentos, nos quedamos en el Hotel Azadegan que está en obras en la recepción pero que es cómodo y con WIFI (¡pero no es ilimitada, dura solo dos horas!).









viernes, 16 de marzo de 2018

Kermanshah: la ciudad de nuestra "familia" de Irán.

(31 de octubre) 

Amir está, con su alegría y su vitalidad, todo el día con nosotros. Viene a esperarnos al hotel con su amigo Milad (nos consulta si tenemos algún problema porque a Milad le gusta conocer extranjeros) y en su coche nos llevan a las visitas de la ciudad de Kermanshah y alrededores: Bisotún y Taq-i Bostán, con sus maravillosos relieves aqueménidas y sasánidas.

Milad y Amir

 Amir y Milad son la mejor compañía, ingenuos y amables, tienen cuidado de nosotros: nos acompañan, nos compran pipas, nos invitan a té de los puestos ambulantes de la “romería hacia Iraq” que se hace esos días, conversan de todo con nosotros con su inocencia. Comemos en un “fast food” típico: un bocadillo con falafel acompañado de salsas, rodeados de un público muy joven que observa con descaro a un par de extranjeros mucho mayores que ellos.

Trayecto a Bisotún, en el coche de Amir

Relieves de Bisotún

Relieves de Taq-i Bostán

Detalle de Taq-i Bostán

Amir nos lleva a su casa para conocer a su padre, Behzad, y la hermana, Ghazal. Su padre es ateo y disfruta con nuestra conversación, bajo la mirada tolerante de la madre, Giti. Una familia maravillosa. Ghazal trabaja en una agencia de viajes y nos consigue los billetes del vuelo Ahvaz - Shiraz para dos días más tarde. 
Con ella y Amir salimos hacia el centro de la ciudad y damos un paseo por el Bazar. Entramos a un hammam antiguo en plena restauración, ¡las pinturas mágicas de las paredes! Después nos invitan a cenar a casa, y estamos como en familia, son muy acogedores. 

Interior de Mezquita en el Bazar de Kermanshah

Restauración del Hammam en el Bazar de Kermanshah

Todavía volvemos a recoger a Milad porque él y Amir nos llevan a la estación de autobuses y, con retraso (cosa habitual allí) salimos en autobús VIP nocturno hacia Ahvaz. No olvidaremos jamás la hospitalidad de Amir, toda su familia, y de Milad. El autobús es muy cómodo, ancho (solo tres asientos por fila) y hay pastelitos industriales y un zumo incluidos para el viaje.

Familia de Amir: su madre, Giti; su padre, Behzad; y su hermana, Ghazal

Cena en casa de Amir